Yo comencé a fumar con 13 años, como mucha gente empezamos comprando un paquete para todas mis amigas. Conociendo mi carácter bastante impulsivo y nervioso, les comenté a mis amigas que yo no quería empezar porque sabía que me iba a enganchar. Y así fue,pero en ese momento no comprendía muy bien a que grado de enganche puedes llegar. Durante muchos años seguí fumando con un sentimiento contradictorio; por un lado sabía que debía dejarlo y por otro, como a todo fumador le ocurre, estaba convencida de que era un gran placer, que me encantaba fumar y que dejarlo sería un gran sacrifio y una vida en la que cantidad de situaciones que disfrutaba hasta el momento, sin el tabaco no tendrían sentido. Esto me provocaba miedo y sólo pensar en dejarlo mucha tristeza y ganas de llorar, lo juro. Poco a poco mi adicción iba creciendo, cada vez me costaba más estar en sitios dónde no pudiera fumar . Si mi hermano nos invitaba a cenar a su casa, yo iba de mala gana, sabiendo que no podía fumar dentro y tenía que salir al balcón pasando un frío horrible y además ,fumando apartada de la situación de charleta o sobremesa.Si estaba estudiando y me quedaba poco tabaco era incapaz de concentrarme hasta que dejaba todo y me iba a comprar más; he salido de casa a las 2h. de la madrugada en pijama con una gabardina por encima. Soy enfermera, y claro, aunque era una época en la que se podía fumar dentro de los Hospitales, era imposible al ritmo que yo lo hacía, por lo que al salir era como una especie de chimenea, ya que me fumaba de seguido todo lo que me había reprimido en esas horas. A veces al salir de trabajar solía darme una ducha si iba a dar una vuelta a la noche, y en una ocasión me encontré dentro de la ducha con un cigarro, por no hablar de la de veces que he encendido un cigarro teniendo otro en el cenicero o la de veces que he tenido que volver a casa porque no sabía si había apagado el cigarro.En fin un HORROR. Durante todo este tiempo, yo iba haciendo intentonas para dejar de fumar, siempre con ayuda pues yo sóla era incapaz. Lo probé todo; parches, chicles, magnetoterapia, un naturista que me dió un líquido con el que el tabaco sabía a rayos, acupuntura, hasta que por fin encontré la solución. Llevaba 12 días sin fumar con parches de nicotina y a su vez también chicles. Lo llevaba fatal, me subía por las paredes y estaba de un genio impresionante. Entonces, una amiga me habló del libro “Es fácil dejar de fumar si sabes cómo “. Me dijo que a una amiga suya le había ido muy bien, así que yo por probar lo compré. Me encantó porque me identifiqué terriblemente con todo, pero como en ese momento lo estaba pasando muy mal y el libro decía que los parches no sirven para nada, tiré la toalla y volví a fumar, pero llamé al tf que figuraba en el libro, correspondiente a España y concerté una charla. Iba NADA convencida de que en 6h. dejaría mi adicción y además estaría feliz, pero como he dicho antes, yo por probar todo….Y qué decisión más afortunada para mi vida. Asistí a la charla y luego también fui a la de refuerzo, pues creo que ambas ayudan muchísimo. Sinceramente ” afirmo ” que es la forma más acertada de dejar de fumar, y la UNICA que consigue que esto se haga de forma feliz y sin volver a añorar el tabaco en tu vida. ….La gente no entiende que puede ocurrir en esa charla, algunos piensan que es hipnosis, que te lavan el cerebro, no sé, algo raro u oculto. He de decir que NADA de eso, es justamente lo contrario, pues no se puede ser más transparente. Te abren los ojos ante lo que sí que es un gran engaño provocado por la propia adicción. El tabaco es una droga y como tal actúa; actúa guste o no, igual que la heroina, no es un hábito , es una droga, y ésta es la que poco a poco nos va creando el lavado de cerebro, no al reves. Cada día que pasa agradezco el no fumar, sólo me acuerdo del tabaco cuando me están atufando y apenas puedo respirar, lo mismo que yo he hecho, y ahora soy consciente, durante tántos años a otros. He tenido dos hijos sin que me remordiera la conciencia y me sintiera culpable por cada calada que daba durante el embarazo, ya que para entonces estaba libre de esta adicción. No sueño por las noches con un cancer de pulmón (nadie está libre pero mientras fumaba lo tenía más presente). No pierdo tantísimo tiempo ni dinero. Hoy que está tan mal visto el tabaco, veo a gente fumando en circunstancias, que lo último que me viene a la cabeza es una situación placentera, sino veo claramente que se trata de aliviar el mono.Pero lo que más ha supuesto para mí, es que me siento superorgullosa de haberlo conseguido. A la gente que quiero y que me apena que estén enganchados, siempre les recomiendo esto, y de momento he conseguido que mi hermana mayor y su novio hayan seguido este método exitósamente, tanto es así, que se han ido de viaje a Cuba después de 2 años sin fumar con lo que habían ahorrado. Cuento a todo el mundo lo que hice, ya que mucha gente me decía que si yo conseguía dejar de fumar , podía dejar cualquiera. No fuerzo a nadie, ya que la decisión está en uno mismo, pero cuando me entero de la fecha de una charla, cercana a dónde yo vivo, se la envío por e-mail a toda la gente que me gustaría ver liberada del tabaco. ¡Ojalá poco a poco lo vayan consiguiendo!. Es de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Juro que no me han pagado por escribir esto, ni nadie me ha presionado, pero si esto ayuda a estimular a 1 sóla persona, ya habrá servido de mucho. Para terminar, que nadie piense que es caro, yo pagué mi charla y hoy en día pienso que es muy barata si tengo en cuenta los millones de beneficios que me ha proporcionado. Mil gracias a Geoffrey, Rhea y al resto de equipo. Marta.